Consejos para jugadores I - PJs malvados

Estimados damas y caballeros.

Hoy voy a tratar un tema peliagudo: los personajes jugadores malvados.

Lo primero, creo que hay que definir qué es ser malvado. Para mí, es una persona que realiza actos o tiene pensamientos que, dependiendo de la sociedad en la que vive, son cuestionables. Esto no significa que sea un capullo -perdón, perdón- que se dedica a arruinar la experiencia al director y el resto de jugadores. Jugar al rol es una experiencia de grupo y por tanto no se puede jugar con la intención de boicotear la partida o ser el más guay, porque al final dejan de llamarte para jugar, sinceramente.

Habiendo dejado claro que un personaje jugador malvado ha de ser parte del grupo (aunque claro, existen excepciones siempre y cuando los jugadores y el director estén de acuerdo), voy a dar una serie pautas o consejos que te pueden ayudar a encarnar a ese siervo de la oscuridad que tanto deseas ser.

He decidido seguir los 7 pecados capitales porque para hacer el mal hay que entenderlo bien, así que vamos allá:

¿Cómo ser malvado sin que te dejen de llamar para jugar al rol?

Ven, mi siervo, ven a abrazar las fuerzas de las tinieblas...

Lujuria:

La RAE la define como "deseo excesivo del placer sexual" o "exceso o demasía en algunas cosas". El deseo es, para mí, una parte importante del mal (como veremos en la Codicia). Un personaje malvado es seductor, como una serpiente cuyos siseos te animan a comer una manzana prohibida. También puede ser atractivo físicamente o de aspecto exótico. Un villano llama la atención. Puedes utilizar esto en tu beneficio y del grupo (recordemos que eres malo, así que tú vas primero) viendo cuales son los sentimientos de los PNJ hacia otros PNJ. Explotar tu belleza exótica con propósitos lúdicos o algún beneficio para tu causa. Usar tu voz y tus palabras para engalanar tus mentiras y hacer que los demás sean más propicios a atender tus peticiones.

Pero, ¿esto quiere decir que me puedo tirar a quien quiera? Pues hombre, depende del tono y la temática de la partida, si ves que estás incomodando al director del juego, no sé, yo pararía, es el que te da los PX. Aquí incluiría una polémica que leí en Twitter hace ya unas lunas: el tema de narrar violaciones en el rol. ¿Encajaría con ser malvado? Sí, claro, hay que ser de lo peor para cometer semejante acto. ¿Es narrable? Supongo que depende de gustos, de cómo se lleve, y del tipo de mesa y de partida. ¿Lo haría yo? No. En general, no me parece un recurso necesario para la ficción (aparte de muy desagradable), aunque entiendo que se utilice para la caracterización de personajes, y no lo empleo en mis partidas ni relatos. Nuevo, insisto en la idea de la mesa como un grupo y en hablar las cosas primero: si hay gente incómoda, corre un tupido velo y sigue con la historia, que imaginación ya tenemos todos de sobra. 

Ira:

UY, frenemos. Algunos jugadores que llevan personajes de dudosa moralidad entienden que la maldad consiste en rajar a cualquiera que te lleve la contraria, sin pensar en las consecuencias para la historia, la partida y los otros jugadores. A ver, ¿no habíamos dicho que ser malvado es lo contrario a ser un capullo? Sí, pero, ¿eso te prohíbe hacer uso de ella? No. 

Servir a la oscuridad requiere la ira, el villano la sufre cada vez que sus planes fracasan, cada ver que triunfa el bien, cada vez que alguien se interpone en su camino. Hay que saber canalizarla y emplearla correctamente. A veces, un plan diabólico puede ser tan efectivo como meterle una puñalada a un hombre por no saber cuál es su sitio. Humillar al rival tras haber conspirado en su contra y ver como todo su mundo se desmorona como un castillo de naipes es lo que diferencia a un buen malvado de una bestia descerebrada que mata por placer.

Por otro lado, hay veces que descargar un poco de violencia sobre un lacayo abre muchas puertas... Otras veces el antagonista merece que nuestro personaje jugador malvado le abra en canal y acabe con el problema rapidito.

Soberbia:

El mal es creído, individual y egoísta. Todo se debe a una ausencia, un vacío, un complejo de inferioridad que mueve las acciones de tu personaje malvado. Tienes que demostrar que estás por encima de los demás. A veces de forma directa: con un buen discurso, una gran entrada en escena, una muestra de poder... etc. Y otras tienes que callar, dejar que se crean mejores que tú con su estúpida bondad y sus leyes. A veces hay que mandar, y otras agachar la cabeza y lamerle las botas al rey, ya llegará tu oportunidad de enseñarle QUIEN MANDA.

Envidia:

¿Hemos hablado de te falta algo, no? Quizás un tornillo o dos, o nunca consigues ser feliz del todo. Siempre el paladín de brillante armadura se lleva la admiración que tú te mereces. Eres un destructor de almas, eres la bestia más cruel y sangrienta que mora por la tierra, ¿y el mérito es suyo? 

Tienes que ver a los demás como mejores que tú, aunque les muestres que no piensas que sea así. Puede que tu aspecto sea horrible, y desearías ser como la elfa exploradora el grupo, grácil y elegante. Puede que seas bueno en combate y las canciones del bardo te quiten a las chicas que deseas (recordemos la lujuria...). Pero ellos no deben verlo así ¿de qué le sirve corretear entre las ramas de los árboles cuando puedes moverte entre las sombras del Abismo? ¿De qué sirven sus bellas palabras cuando consigues más de un hachazo en la cabeza?

Recuerda: siempre los verás mejores que tú, es tu motor principal de donde surgen los demás pecados.

Avaricia:

Te gusta manipular los deseos de los demás, y sin embargo, anhelas lo que no es tuyo. Debería serlo, sí, pero los demás no lo saben. Un buen malvado siempre tiene en mente acaparar cosas, poder o incluso personas. Puedes desear poseer el alma o el cuerpo de aquel panadero inocente que conociste en tu aldea, pero ese joven herrero se interpone en tu camino. 

Tus compañeros de grupo son como tus siervos, y tus posesiones, y muchas veces te tocará fingir que eres bueno, acompañarles en sus aventuras y hacer buenas acciones solo por un motivo: porque son tuyos. No quieres que te abandonen, necesitas que te ayuden a atravesar ese templo subterráneo, mohoso y oscuro para encontrar el cetro de poder maligno con el que complacer a tu amo demoníaco, o porque quieres tenerlo tú, o porque te apetece que sigan a tu lado. Punto. No tienes que dar más explicaciones. Son tu grupo y nadie se mete con ellos, solo tú.

Pereza:

Ser malo es muy cansado. Todo el día tienes que estar conspirando, haciendo daño, luchando contra tus propios demonios. Necesitas que alguien haga el trabajo sucio por ti, ¿y quién mejor que esos héroes que te consideran su amigo? ¡Qué vigilen ellos la hoguera mientras tú estudias tus conjuros o conversas con tu señor oscuro! ¿El caballo y el carro? Lo llevas tú, ellos que vayan andando bajo la luz del sol, lo tuyo es la sombra. ¿Ayudar al guardia para que te dé la llave que abre la puerta trasera del palacio? ¡A la mierda! Hipnosis y acabamos antes, que se lo explique él a su superior si quiere.

Gula:

Tú vas primero, ¿verdad? Te tienes que alimentar bien. Tu salud va primero, casi siempre. Tendrás que hacer de tripas corazón y compartir tu alimento con tus siervos para que puedan luchar por ti. Ahora, nada te impide deleitarte en lo que haces: en el comer bien y mucho, beber bien y mucho. Tienes que darte un respiro y bailar y divertirte con el grupo. Haz que al día siguiente tengan resaca, muajajaja...

Un ejemplo de la ficción:

Sexy vampire, babe ;)

¿Conocéis a Spike? Bueno, si no es así, no leas este párrafo (ALERTA: SPOILER). Spike es un vampiro que aparece en la serie Buffy, Cazavampiros. Al principio, es un malnacido sin escrúpulos. Todos sus planes consisten en fastidiar a Buffy porque es la Cazadora. Más tarde, le implantan un chip en el cerebro que le impide dañar a los seres humanos, así que no se puede alimentar. Se une a los protagonistas, pero sigue siendo malvado. Es borde y malhumorado (la envidia y la soberbia), pero les ayuda a luchar contra los malos. Ellos a cambio le dan un hogar y le proporcionan sangre envasada como sustento (la avaricia). Spike descubre que puede herir a las criaturas de la oscuridad, y ahí descarga sus frustraciones (la ira). A medida que avanza la serie, el personaje siente el conflicto entre volver a ser como al principio y seguir al lado de Buffy, por la que siente algo (la lujuria).

FIN DEL SPOILER

Para finalizar, que me voy por las ramas. Ser malvado es ser parte del grupo, eres uno más, solo que un poco amargado y mala persona, pero son tus compañeros de armas. Puede que les veas como objetos, más has de ser participe de sus aventuras, aunque tus métodos no sean los correctos. Podrás alejarte a veces para sacar información o recursos de formas que ellos no lo harían. La tensión dramática entre obedecer a tus instintos (o a tu amo oscuro, ese que te obliga a trabajar en contra del grupo) y ser uno más es muy divertida. Aprovecha tus recursos inmorales para mejorar la experiencia de juego y pasar un buen rato en compañía. 

¿Quién sabe? Puede que todo el mundo recuerde a tu PJ pero nadie se acuerde de los héroes de brillante armadura.

Espero que les guste, y si tienen algún comentario o les gustaría aportar ideas, no duden en hacerlo.

Suyo afectísimo,

Adam Graves, para Pifias & Rol.

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares