Reflexiones VIII - Mi recorrido durante 100 entradas

Estimados damas y caballeros,

Me pongo a los mandos del teclado con otra de mis reflexiones sobre la afición de los juegos de rol. Esta vez no va sobre mis opiniones a la hora de dirigir o jugar, ni trata sobre manuales mejores o peores, ni da ideas sobre construir tramas y personajes. No. Con esta entrada celebro haber logrado escribir la friolera de 100 entradas entre mi antiguo blog “La biblioteca de Adam Graves” y este mismo, “Pifias y Rol”. Han sido unos dos años de mucho viaje y descubrimiento, así que me gustaría compartir mi experiencia con ustedes.

Comencé mis andanzas fuera de mi mesa habitual en una época de sequía lúdica y bastante desilusión con la afición porque era incapaz de cuadrar horarios para poder disfrutarla y comencé a sentir la labor del director de juego como una carga molesta, como un deber que me tocaba asumir y que nadie apreciaba ni quería desempeñar. Por tanto, para poder canalizar las ganas de jugar al rol con la quemazón que llevaba por dentro, me lancé a escribir un blog sobre esta afición, creé cuentas en redes sociales con el pseudónimo de mi primer personaje de La llamada de Cthulhu (con el que también bauticé a uno de Promethean: the Created, pero eso es otra historia) y me lancé a la aventura. Mientras tanto, me abrí también una cuenta en Comunidad Umbría (rol por foro) con la que jugué a El faro sin luz y dirigí dos campañas de creación propia que recuerdo con cariño: una larga (Night City Nights para Cyberpunk 2020) y una más corta (La Hacienda Miller para El rastro de Cthulhu). No es que me disgustara la experiencia de dirigir por foro (de hecho, me gusta y me parece una experiencia necesaria para cualquier rolero), pero un par de aventuras fallidas y las actitudes de algunos jugadores que se creían literatos (porque, a ver, queridos lectores, si juegan al rol por foro de forma frustrante y van por la vida creyendo que son grandes escritores, no sé, a lo mejor deberían verter su excedente de ego en una novela), sumadas a que me había unido a la comunidad de Pifias y Rol por la fusión de varios canales de YouTube, decidí cerrar mi cuenta, hacer mutis por el foro, y dedicarme al blog y a grabar partidas.

Antes de mi unión oficial a Pifias, recuerdo que fui contactado por redes para hacer un oneshot de Vampiro por una persona que no se presentó (mi buen Lord Gideon puede confirmarlo, así que aprovecho para mandarle un abrazo). Sin embargo, no me rendí y continué la historia, cuyo resultado podéis ver en Der Vampyr/Totentanz. ¿Quién me diría que por abrir un blog acabaría compartiendo mesa de forma asidua con Eddie, Fer, Villa, Anita, Alex, Iago, Figura Oscura y Leila? Lo siento, Dani trabajaba conmigo, así que nuestras partidas juntos no se deben al blog. A ellos también les mando un abrazo. Además, he tenido el placer de conocer y conversar con gente interesante sobre Mago: la Ascensión y, ¿quién sabe? Quizás juguemos a algo juntos, cuando el tiempo nos lo permita.

Por otro lado, debo mencionar que, para mi gusto, la mejor red social de rol es Roleplus. Twitter, Instagram y demás allegados son buenas herramientas donde pueden ver partidas y canales muy interesantes como Critical Role (para mí ha sido un descubrimiento tardío), la campaña Digimon Memories de VikNotBic o el canal de Harrenhall, a quien debo el epíteto de “el de los gustos infames” (pobre diablo, no sabe ni la mitad y ya tiene ese concepto de mi persona). Sin embargo, veo a diario algo que no me acaba de convencer de esta “nueva forma de ver el rol”: los corralitos de acusicas y aduladores alrededor de tal máster, jugador o editorial. No me parece que esa “forma” (por llamarla de alguna manera) de publicidad en redes (porque, admítanlo, las “polémicas” roleras o inventarse un problema que no existía son vías de promoción) sea el mejor carbón con el que alimentar la afición. Pero bueno, esta es mi opinión y la dejo aquí siendo consciente de que ninguno de esos grupúsculos se va a molestar en leerse el blog de un tío que tiene 100-200 seguidores y 0 vida en redes sociales. ¿Les ha parecido este párrafo incendiario? Bueno, no me tiren de la lengua en esta entrada, que tengo que dejar la bilis que llevo reservando tras leer aventuras de dudosa calidad que se han vendido bien gracias en exclusiva a los likes y las interacciones.

Ya he soltado lo malo sobre el postureo en redes sociales y el ansia de jugar al rol por los likes (aunque se dejen amigos atrás en busca de una fama pasajera en un nicho limitado y con las aduanas bien controladas), volvamos a la experiencia positiva. He conocido a mucha gente con la que he compartido mesa y gracias a la que he aprendido a mejorar como rolero y persona. Me ha gustado volver al asiento del jugador y dejarme sorprender por la trama del director (aunque no le perdonaré a Figura Oscura que matase a Quentin sin despeinarse (es broma)), pero también he podido ampliar mi zona de confort y he descubierto que hay otros locos como yo que valoran la trama y la interpretación de los personajes por encima de las reglas y el combate. Con cada partida nueva que juego, me queda más clara la idea de que el manual es una herramienta más que, en manos del director apropiado, puede obrar maravillas.

En definitiva, tenemos una afición preciosa, que cada uno juegue como le dé la real gana desde el respeto y la tolerancia en cada mesa. El postureo y los grupúsculos ya saben donde tienen la puerta en mi caso. Y sí, en la entrada 200 pienso traerme conmigo la mala baba por la que ya me conocen.

Espero seguirles viendo durante otras 100 entradas. Suyo afectísimo, para Pifias & Rol,

Adam Graves.


Comentarios

  1. ¡Felicidades y por muchas entradas más! 🌻

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  2. Felicidades por llegar al número redondo de 100 entradas. Es un esfuerzo grande, sobretodo en estos días en los que parece que los blogs están pasando de moda.

    Yo empecé el mío cuando nacieron mis hijos. Fue un momento duro en cuanto horarios y disponibilidades, así que enfoqué mis ganas de jugar para escribir. Luego, con los años volví a jugar asiduamente y la escritura pasó a un segundo plano.
    Por eso valoro mucho la constancia y la calidad de contenidos, cuesta mucho hacerlo y hay que valorarlo.

    Respecto a las redes sociales, cuando cerró Google+ me pasé a Rolplus. Una maravilla. No hay mucha actividad, pero hay calidad y buen rollo. La vida es bastante dura como para desperdiciarla con flames que no van a ningún sitio y esta red social me encanta.

    Señor Graves, espero que continúe escribiendo y disfrutando muchísimas entradas más.

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    1. Si sigo con este ritmo es por comentarios como el suyo, Sr. Antón. Yo empiezo la etapa de tener hijos y veo que cada vez el tiempo libre merma más, pero las ganas de escribir mis batallitas no, jajaja. Disfruté de Google+ durante poco tiempo, la verdad. Llegué muy tarde al mundo rolero digital. Es más, coincido con usted en que los "flames" son una enorme tontería que no lleva a nada, solo a hacer ruido a encumbrar a mediocres sin talento que deseo no lean mis opiniones XD

      Espero seguir viéndolo por aquí, caballero. Un abrazote.

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